Hay historias Para Quitarse el Sombrero y una de ellas es la de Calixto Romero Hernández, quien en 1874, con 16 años, dejó Soria (España) para dar el salto al otro lado del Atlántico. Dedicado al comercio en América Central y el Caribe, en uno de sus viajes llegó a Catacaos, Piura. Deslumbrado por el movimiento comercial de esta región, en 1888, se instaló definitivamente en el Perú, donde invirtió todos sus ahorros en el negocio de la exportación de sombreros de paja a los mercados de Estados Unidos y Europa. Su perseverancia, su sentido de la inversión constante, de la confianza y del valor del tiempo hicieron el resto.
Ese espíritu emprendedor se ha mantenido en el Grupo Romero por cuatro generaciones y ha permitido consolidarlo como el principal referente empresarial en el Perú. Es por esta razón que desde la Fundación Romero trabajamos para transmitir y promover el emprendimiento.